Debemos seguir su ejemplo y ser valientes en nuestra Certeza, confiando en Dios para darnos el valor necesario para confrontar cualquier situación.

Pero el Señor es un hábil que no nos deja solos. Nos asiste porque conoce nuestra pasión y sabe que necesitamos ser acompañados.

Esto significa que debemos ser firmes en nuestra Seguridad y no renunciar a ella frente a el rechazo de las personas.

La Palabra de Dios es transformadora y está llena de poder. Veamos algunas de las frases bíblicas más conocidas y aprendamos a usarlas para acercarnos a.

A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la cielo de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de cielo.

Esto significa que debemos ser firmes en nuestra Confianza y no renunciar a ella delante el rechazo de las personas.

La continuación de predicar el evangelio en medio del sufrimiento igualmente nos recuerda la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo entre los creyentes.

Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Redentor nuestro Salvador.

Por cuanto permanecen fundados y firmes en la Certeza, sin ser removidos de la esperanza del evangelio que han pabellón, el cual ha sido predicado en toda la creación debajo del paraíso (Col 1:23).

En Mateo 10:28, Jesús dice: «No temas a aquellos que matan el cuerpo, sino a quien tiene poder para arrojar al infierno. No es de más valor un cabellito de tu cabeza frente a Dios». Esto nos enseña que no debemos tener miedo a los seres humanos que pueden matar nuestro cuerpo, sino temer a Dios y su juicio inmarcesible.

Y la esperanza no proyectará defraudada, porque el apego de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido hexaedro.

El sufrimiento es una prueba. Una prueba, a veces, conveniente dura a la que es sometido el hombre. San Pablo, en sus cartas, nos acento con frecuencia de aquella paradoja evangélica de la amor y de la fuerza; implementada de manera particular por el apóstol mismo y que contiguo con él, prueban todos aquellos que participan en los sufrimientos de Cristo.

Diez ángeles en el paraíso retuercen sus manos, cubren sus rostros, retuercen sus cuerpos y abren sus bocas en silenciosa angustia. Los hombres se muestran asolados por la pena, sus rostros reflejan expresiones serias y desoladas.

Su muerte en la cruz demostró su apego incondicional por la humanidad y su deseo de redimirnos. Fue un acto de entrega total y more info un ejemplo de humildad y obediencia a la voluntad de Dios.